The Master Of Sweets | William Lair

William Lair

Contigo el pánico florece y las tristezas dan frutos dulces.

Nombre Completo: William Lair
Edad: 31
Fecha de Nacimiento: 25 de Febrero
Estatus de Sangre: Pura
Casa de Hogwarts: Slytherin
Raza: Humano
Varita: Pluma de fénix, ébano, 30 cm, inflexible
Ocupación: Propietario de una confitería
Otros Datos:

HISTORIA

Will nació en el seno de una familia de mortífagos que, aunque pusieron todas sus esperanzas en tener un hijo que pensara como ellos. No supieron como tomarse la indiferencia de su hijo y acabaron por abandonarlo en las puertas de un orfanato muggle donde siguió crecieron sin dar signos de darse cuenta de que sus padres no estaban o que estaba rodeado de niños que lo odiaban por ser raro y por no darse cuenta de que lo odiaban.

De su mente ya se ha borrado gran parte de su infancia, pero nunca podrá olvidar la carta de Hogwarts. Fue la primera vez que mostró interés en algo, sin embargo en su segundo día de escuela ya todo le parecía aburrido. Su vida como estudiante fue monótona y aburrida -o al menos él la recuerda así- hasta que en su último año empezó a desarrollar su obsesión con los dulces. Los Slytherin no parecieron aprobar esta nueva obsesión pero él hacía exactamente lo mismo que en el orfanato. Ignoraba a todo el mundo y se limitaba a hacer lo que le gustaba. Sus notas fueron sorprendentemente altas pero él decidió que seguir estudiando era inútil y poco después abrió una confitería llamada "The Master Of Sweets" que triunfó en muy poquito tiempo debido a que los dulces allí eran únicos y solían gustar a todos. Sin embargo la actitud ausente de Will acabó por espantar a la clientela.

Meses después, cuando se dio cuenta de que nadie entraba ya en su confitería se vio obligado a buscar a alguien que lo sustituyera. Es así como entró Ray en su vida.

PERSONALIDAD

William es de ese tipo de persona que serían incapaces de diferenciar a un pato de una paloma teniendo a ambos delante. Muchas personas lo han catalogado de autista a lo largo de su vida aunque él no considera que lo sea, simplemente le desagrada el mundo que conoce y prefiere vivir dentro de sí mismo donde todo es genial y los dulces nunca se acaban.

Una de las cosas más curiosas de Will es que no le gusta comer dulces, los odia. Sin embargo es casi una obsesión para él que su vida esté rodeada de ellos, por lo que abrió una confitería y, cuando está aburrido se dedica a inventar nuevas formas de vender azúcar a los niños. Es muy independiente, no necesita a nadie cerca aunque una parte de él necesita que cuiden de él pues puede pasar días sin comer porque "se le ha olvidado". A menudo parece ser un huérfano o algo parecido pues nunca habla de su familia y no hay rastro de ella, aunque se sabe que sus padres eran magos. Él mismo lo comentó hace ya tanto tiempo que prácticamente nadie lo recuerda.

No es demasiado sociable pues la gente suele molestarse a la décima vez que pregunta que qué ha dicho, él nunca entendió el porqué pero, antes de poder preguntarlo lo olvidó. También suelen molestarse por su forma de contestar, nunca da una respuesta clara pues realmente la mayoría de veces no sabe responder a la pregunta. Respecto al amor, ni sabe lo que es ni cree ser capaz de enamorarse, sin embargo siendo un adolescente se fijó en alguno que otro chico.

ASPECTOS FÍSICOS

William Lair es un hombre cuya estatura supera el metro ochenta y peso quizás algo bajo. Tiene el cabello de una longitud variable y de un rubio oscuro. Mucha gente duda de la existencia de sus cejas, aunque él afirma que simplemente son muy claras. Sus ojos son claros y misteriosos pues, aunque se dice que los ojos son el espejo del alma, los suyos no dicen absolutamente nada. Muchas veces él mismo se ha creído sin alma por este motivo.