Linda Nyeckeszwitz ID

LINDA NYECKESZWITZ

Nombre Completo: Linda Nyeckeszwitz
Edad: 38 años
Fecha de Nacimiento: 7 de enero de 1960
Estatus de Sangre: Sangre pura
Casa de Hogwarts: Ravenclaw
Raza: Bruja
Varita: 38 centímetros, madera de espino con núcleo de corazón de dragón
Ocupación: Auror
Otros Datos: Es lesbiana

HISTORIA

Nací en el día 7 de enero, en una noche espectacularmente despejada y tranquila, según siempre relató mi padre. Sin embargo, esa tranquilidad la destrozamos de manera increíble mis dos hermanos mellizos y yo. Todos nacidos en la misma noche, como era de esperar, y todos llorones y juguetones. Tanto papá como mamá estaban rebosantes de felicidad, y no era para menos, pues en una sola noche habrían conseguido tres hijos para alegrar su hogar. Tres hijos que les darían mucho trabajo desde entonces, pero nunca serían demasiado para ellos.
Crecí en un ambiente que amenazaba con formar duramente mi carácter, pero la insistencia del sosiego que mi madre siempre tenía en pie, junto con el incondicional amor que mi padre sentía por mí, evitaron que quisiera matar a mis hermanos en más de una ocasión. Mi padre disfrutaba teniendo largas charlas conmigo, en las cuales yo tenía que estar muy atenta para no perderme el más mínimo detalle de lo que decía. Al principio lo hacía simplemente por interés, después por imposibilidad de otra acción. Llegó un momento en que me centraba tanto en comprender a mi padre que parte de su estado mental se pegó en mí. Mucho tardé en darme cuenta de que era tan capaz de abstraerme como mi padre, aunque más me costó llegar a su estado de excitación. Sin embargo, mi capacidad de quedarme absorta me logró un puesto en las Honors de Hogwarts, sin necesidad de vivir en la biblioteca.
Sin embargo, la locura iba creciendo, y a los 19 años me encontré en el peor estado mental que jamás pudiera haber estado. Necesitaba encerrarme en el sótano o en el ático de la casa para poder aislarme, aunque en poco me mejoraba. Las voces en mi cabeza seguían martirizándome, sin dejarme pensar, obligándome a prestarles atención. Me encerraba en algún lugar oscuro, me derrumbaba contra la pared con las piernas abrazadas y pegadas a mi cuerpo y murmurando, rogándoles que se fueran. Ellas no me hacían caso, y se alteraban si no estábamos en oscuridad absoluta. Llegué a desesperar y arrancarme pelos, hacerme cortes... cualquier cosa con tal de que se callaran. Y no lo conseguía. Llegué a pesar 43 kilos. Por necesidad de sobrevivir, me vi obligado a convivir con las voces. Hice un trato con ellas: les haría caso siempre que me ayudaran a acostumbrarme.
Tras un año viviendo en una miseria, entre los días y las noches, logré sobreponerme a mis voces, y abandoné mi celda sin reproches. Recuperé mi vida normal, aún cuando era difícil. Si mi madre hubiera estado conmigo para ayudarme a pasar ese período de lucha interna, estaba segura de que lo habría superado mucho antes. Sin embargo, mi madre había muerto a manos de un mortífago enemistado con mi padre por cuestiones que escapaban a mi conocimiento, y mi padre, obviamente, estaba desde entonces pagando la pena de su venganza. Después de recuperarme buenamente, y de obtener nuevamente un estado de salud propio, ingresé en el cuerpo de aurores, pasando, por supuesto, por el período de entrenamiento pertinente. No recuerdo que nada molestara tanto a mi hermano Jack como el hecho de que quisiera ser auror. Desde ese entonces, no me habla. Aunque a Phil tampoco le entusiasmó la idea, siguió en contacto conmigo, como es lógico de esperar de un hermano.
Conocí a una sanadora muy simpática, que me ayudó a regresar a la salud después de mi año de desastre. Tras unas semanas haciéndonos las tontas, comenzamos a salir por ahí. Duramos tres años y siete meses, obviamente enamoradas. Sin embargo, ella se marchó por trabajo en ese momento, y decidimos, por ése y otros motivos que habíamos notado últimamente, terminar la relación. Algunas cosas era mejor dejarlas para la imaginación. Fue mi primer amor, y el único todavía.
Ya ha pasado bastante desde las voces, y ya he logrado ocultarlas. No sólo las ignoro, sino que no las escucho. Me parece que se hartaron. No obtuve noticias de mi padre, pero supe que escapó de Azkaban en una de esas fugas masivas. Si hay algo que temo es encontrar a mi padre de servicio y tener que luchar contra él.

PERSONALIDAD

Es simpática y amistosa. No tiene en absoluto reparos cuando se trata de ayudar. No tiene prejuicios, salvo contra aquellos que tienen prejuicios. Es fuerte y autosuficiente, pero tampoco dice que no a la ayuda ni a la simpatía, y sabe que, por mucho que no quiera, depende del amor de otros. Ama a su padre, aún a pesar de lo que hizo y lo que hace, y no dejará de amar a sus dos hermanos por mucho que ellos no la quieran.
Es dura y sabe dónde golpear cuando se trata de herir a quien está molestándola a ella o algún amigo suyo, o aunque sea a una inocente persona. Por lo demás, es cariñosa y amable, y le encanta hablar.
Le gusta salir por ahí a divertirse, aunque no le ve el sentido a "ir de compras" por el simple hecho de ir a comprar. Si va a comprar, tiene que ser con algún objetivo en concreto, que bien puede ser la compra de comida o un artículo en particular.
Es amante de la lectura y el conocimiento, así como de la compañía y la amistad. A veces tiene prejuicios de los buenos, en especial con aquéllos de cuyos padres conoce el nombre y las hazañas.
Es capaz de convertirse en una harpía, practicamente, si ve amenazada su familia o cualquier otro de sus seres queridos, y es realmente fiera en combate. Suele plantarse y discutir ampliamente con todo aquél a quien le molesta o muestra algún rasgo de desagrado con respecto a su orientación, y a veces se le va de la mano a causa de las idioteces que oye y puede pegar algún que otro cachetazo.

ASPECTOS FÍSICOS

Tiene el pelo castaño oscuro y considerablemente largo. No es muy alta, pero es robusta.